La hepatitis B es una enfermedad infecciosa viral que afecta al hígado y que provoca su inflamación, a veces con síntomas típicos, pero otras veces pasa desapercibida para quien la padece y solo se detecta en los análisis.
El principal problema de esta infección es la tendencia a durar años sin curarse, volviéndose crónica, e incluso provocar cáncer hepático.
Es también frecuente, especialmente en los niños, la persistencia durante mucho tiempo como portadores de la infección que, al cabo de años, se manifiesta como la enfermedad grave.
El causante es el virus de la hepatitis B y la transmisión es sobre todo por la vía sexual, aunque el recién nacido hijo de madre enferma o portadora del virus puede resultar contagiado durante el embarazo o en el momento del parto. También puede transmitirse a través del contacto con sangre de un portador.

¿Por qué es importante la vacuna contra la hepatitis B en adolescentes?

Previene una infección viral que afecta gravemente el hígado, pudiendo causar hepatitis aguda, cirrosis o incluso cáncer de hígado en la vida adulta.

La hepatitis B se transmite por contacto con sangre y otros fluidos corporales, por lo que los adolescentes, al crecer, pueden enfrentar situaciones de mayor riesgo (deportes de contacto, primeros auxilios, procedimientos médicos, exploraciones dentales, contacto cercano, etc.).

Muchos adolescentes no completaron el esquema en la infancia, y es una oportunidad para asegurar protección a largo plazo.

Es una enfermedad que puede pasar desapercibida, pero quedar en el cuerpo como infección crónica durante años sin síntomas.

Evita contagios en el entorno escolar, familiar o social, ya que el virus es muy resistente y puede sobrevivir en superficies por tiempo prolongado.

La vacuna es muy segura, altamente efectiva y ofrece protección duradera, ideal para protegerlos en la transición hacia la vida adulta.