La Hepatitis A es una infección del hígado causada por un virus, que se transmite principalmente por agua o alimentos contaminados con heces, y por contacto cercano con una persona infectada puede causar fiebre, fatiga, náuseas, dolor abdominal, orina oscura, heces claras e ictericia (coloración amarilla en piel y ojos). En niños puede ser leve o asintomática; en adultos suele ser más grave. No hay tratamiento específico, pero puede prevenirse con la vacunación.

¿Por qué es importante la vacuna de hepatitis A en bebés?

1. Protege contra una enfermedad del hígado altamente contagiosa
La hepatitis A se transmite fácilmente por alimentos, agua o superficies contaminadas. Los bebés y niños pequeños pueden infectarse sin síntomas evidentes, pero aun así contagiar a otros.

2. Reduce el riesgo de complicaciones
Aunque muchos niños tienen síntomas leves, en algunos casos puede provocar:

Inflamación importante del hígado

Hospitalización

Hepatitis fulminante (muy rara, pero grave)

3. Evita brotes en guarderías y escuelas
A partir del primer año de vida los niños comienzan a convivir más (guardería, parques, fiestas), lo que aumenta el riesgo de exposición. Estar vacunados reduce notablemente la propagación.

4. La inmunidad se desarrolla a largo plazo
El esquema de hepatitis A (dos dosis) crea una protección muy sólida que puede durar muchos años, incluso décadas.

5. Protege a personas vulnerables del entorno
Los niños pueden transmitir el virus a:

Mujeres embarazadas

Adultos mayores

Personas con enfermedades hepáticas

Familiares que no están vacunados

En adultos la hepatitis A es mucho más fuerte y puede causar incapacidad prolongada.

6. Es una vacuna muy segura
Los efectos secundarios suelen ser leves, como dolor local o febrícula. Su perfil de seguridad es excelente y está ampliamente recomendada por sociedades pediátricas internacionales y nacionales.