El virus del papiloma humano (VPH), también conocido como papilomavirus, es un virus muy común que se transmite principalmente por contacto sexual. La mayoría de las personas que tienen relaciones sexuales entrarán en contacto con él en algún momento de su vida. En la gran mayoría de los casos, el organismo elimina la infección de forma natural sin causar síntomas ni problemas de salud.

Solo cuando la infección por ciertos tipos oncogénicos del VPH persiste durante muchos años (20–30 años), puede provocar el desarrollo de tumores malignos, como cáncer de cuello uterino, vulva, pene, así como cáncer orofaríngeo y cáncer anal, que pueden afectar a ambos sexos.

Además, algunos tipos de VPH producen verrugas genitales, que aunque son benignas, resultan muy molestas y son una de las complicaciones más frecuentes tanto en hombres como en mujeres.

Esquema recomendado según el grupo de edad (9-14 años) son dos dosis con intervalo de 6 meses entre cada dosis (Consulte el esquema de dos dosis en nuestro catálogo)

¿Por qué es importante en adolescentes menores de 15 años?

Mayor eficacia: A esta edad, el sistema inmunológico responde mejor a la vacuna, generando una protección más fuerte y duradera.

Prevención antes del riesgo: Se recomienda aplicarla antes de iniciar la vida sexual, momento en el que existe la posibilidad de exposición al virus.

Esquema reducido: En menores de 15 años, la vacuna suele requerir solo dos dosis, lo que facilita completar el esquema.

Previene cánceres en la edad adulta: El VPH es responsable de la mayoría de los casos de cáncer cervicouterino, por lo que proteger desde la adolescencia reduce significativamente este riesgo.

Protección comunitaria: Mientras más adolescentes se vacunan, menor es la circulación del virus en la población.